El yoga es una práctica profunda y multifacética que trasciende los meros ejercicios físicos y posturas. Su filosofía central está plasmada en los 8 pasos del yoga , tal como se describen en los Yoga Sutras de Patanjali. Este camino óctuple, conocido como ashtanga (derivado de las palabras sánscritas "ashta", que significa ocho, y "anga", que significa pasos), encapsula la verdadera esencia del enfoque holístico del yoga.
Las ocho ramas del yoga
Las ocho ramas del yoga ofrecen un camino estructurado para el crecimiento personal y el desarrollo espiritual. No están pensadas para dominarlas de forma lineal, sino que son un marco que se puede explorar e integrar en nuestras vidas con el tiempo.
- Yama (normas éticas). Son las pautas morales que rigen nuestras interacciones con el mundo que nos rodea. Incluyen principios como la no violencia (ahimsa), la veracidad (satya), el no robar (asteya), el no exceso (brahmacharya) y la no posesión (aparigraha).
- Niyama (Autodisciplina). Son prácticas personales que cultivan la disciplina interior y el respeto por uno mismo. Algunos ejemplos son la limpieza (saucha), la satisfacción (santosha), la autodisciplina (tapas), el autoestudio (svadhyaya) y la entrega a lo divino (Ishvara Pranidhana).
- Asana (Posturas). Este es el aspecto del yoga más conocido en Occidente. Las asanas son posturas físicas diseñadas para fortalecer y purificar el cuerpo, mejorar la flexibilidad y prepararlo para la meditación.
- Pranayama (Técnicas de respiración). El pranayama se centra en el control de la respiración, reconociendo la conexión vital entre la respiración y nuestro estado mental y emocional. Al dominar el pranayama, podemos cultivar la calma, la concentración y la paz interior.
- Pratyahara (retirada de los sentidos). Esta rama implica retirar nuestros sentidos de los estímulos externos y dirigir nuestra atención hacia el interior. Nos permite desconectarnos de las distracciones y centrarnos en nuestro mundo interior.
- Dharana (Concentración). En esta técnica aprendemos a dirigir y mantener nuestra atención en un único punto, como la respiración, un mantra o un objeto. Dharana fortalece nuestra capacidad de concentración y nos prepara para la meditación.
- Dhyana (meditación). Dhyana es un estado de profunda absorción meditativa. En este estado, la mente se concentra sin esfuerzo y trasciende los pensamientos y las preocupaciones.
- Samadhi (Unión). El samadhi es el objetivo último de los Yoga Sutras. Es un estado de unión o unidad completa con lo divino, donde se disuelve la separación entre uno mismo y los demás.
Antecedentes históricos de las ocho ramas del yoga
Los ocho pilares del yoga fueron codificados por Maharishi Patanjali en su texto fundamental, los Yoga Sutras , que se estima que fue escrito alrededor del año 400 d. C. La palabra sutra significa "enhebrar o tejer", lo que sugiere que estos 196 aforismos (dichos breves y profundos) se interconectan para crear una filosofía integral.
Los Yoga Sutras se dividen en cuatro secciones, y la segunda, Sadhana Pada (El libro de la práctica espiritual), describe las ocho ramas del yoga (sutra 2.29). Patanjali presentó este óctuple sendero como una guía para superar el sufrimiento humano y alcanzar la autorrealización (sánscrito: सविकल्प समाधि, savikalpa samadhi).
El texto sánscrito original de las 8 ramas del Yoga, como se menciona en el Sutra 2.29, es:
- यमनियमासनप्राणायामप्रत्याहारधारणाध्यानसम ाधयोऽष्टावङ्गानि ॥ २.२९॥ (Yama niyama asana pranayama pratyahara dharana dhyana samadhi ashtau angani || 2.29 ||)
Estos ocho miembros trabajan juntos para cultivar una mente, un cuerpo y un espíritu armoniosos, lo que en última instancia conduce a un estado de completo bienestar y liberación.
🪷 Yama – Normas éticas
La base del camino yóguico se encuentra en Yama , los principios éticos que guían nuestras interacciones con el mundo que nos rodea. No son solo reglas, sino imperativos morales que cultivan un sentido de conducta correcta. Yama requiere una tremenda disciplina interior, ya que pide nos permite encarnar valores como:
- Ahimsa (अहिंसा). No violencia, no agresión y compasión en todos nuestros pensamientos, palabras y acciones.
- Satya (सत्य). Veracidad y honestidad en nuestra comunicación y trato con los demás.
- Asteya (अस्तेय). No robar, no sólo las posesiones físicas sino también el tiempo, la energía y las ideas.
- Brahmacharya (ब्रह्मचर्य). Moderación en todos los aspectos de la vida, en particular en lo que respecta a los placeres sensuales. Hace hincapié en la autocontrol y el control de los sentidos.
- Aparigraha (अपरिग्रह). No codicia ni apego. Este principio nos anima a sentirnos satisfechos con lo que tenemos y a evitar la acumulación de posesiones materiales.
🪷 Niyama – Autodisciplina
Niyama , la segunda rama, se centra en cultivar la autodisciplina a través de la observancia personal. Estas prácticas nos ayudan a cultivar hábitos positivos y a refinar nuestro carácter. Niyama nos ayuda a superar la pereza y fortalece nuestra determinación de seguir el camino del yoga. Los cinco Niyamas son:
- Saucha (शौच). Limpieza, que abarca la limpieza física, pero también la pureza de mente y de palabra.
- Santosha (संतोष). Satisfacción y aceptación. Se trata de encontrar alegría en lo que tenemos y apreciar el momento presente.
- Tapas (तपस्). Autodisciplina, perseverancia y compromiso con la superación personal. Requiere dedicación y esfuerzo en nuestro camino del yoga.
- Svadhyaya (स्वाध्याय). Autoestudio e introspección. Implica estudiar textos yóguicos, reflexionar sobre nuestros pensamientos y acciones y obtener una comprensión más profunda de nosotros mismos.
- Ishvarapranidhana (ईश्वरप्रणिधान). Entregarse a lo divino, a un poder superior o a un propósito más profundo en la vida. Se trata de dejar de lado la necesidad de controlar y confiar en un panorama más amplio.
🪷 Asana – Posturas físicas
Asana , el aspecto más conocido del yoga en Occidente, se refiere a la práctica de posturas físicas. La palabra "asana" significa literalmente "asiento" o "postura sentada" en sánscrito.
Si bien hay muchas posturas adecuadas para la meditación, el aspecto más importante es encontrar una postura (Sthira Sukhasana) que le permita estar estable, cómodo e inmóvil.
En un nivel más profundo, Asana trata de integrar la mente, el cuerpo y el espíritu. Mantener estas posturas nos ayuda a trasladar nuestra conciencia del cuerpo físico a la conciencia del alma.
Es importante recordar que la asana es solo un aspecto del camino óctuple. Si bien ofrece una multitud de beneficios físicos y mentales, la verdadera transformación yóguica surge de la integración de los ocho miembros.
🪷 Pranayama – Control de la respiración
Pranayama , la cuarta rama del yoga, se centra en el control y la regulación de la respiración. La palabra "pranayama" se deriva de dos palabras sánscritas: "prana", que significa "aliento" o "fuerza vital", y "ayama", que significa " control" o "regulación".
La respiración es la base de la vida y el Pranayama reconoce la profunda conexión entre nuestra respiración y nuestro estado mental y emocional. Al dominar el Pranayama, podemos cultivar la calma, la concentración y la paz interior.
Existen numerosas técnicas de Pranayama, cada una con sus beneficios únicos. Algunas prácticas comunes incluyen:
- Ujjayi Pranayama (Respiración victoriosa). Esta técnica implica contraer ligeramente la garganta para crear un suave silbido durante la inhalación y la exhalación.
- Nadi Shodhana (respiración alternada por las fosas nasales). Esta práctica implica respirar alternadamente por las fosas nasales izquierda y derecha, lo que se cree que equilibra los hemisferios del cerebro.
- Kapalbhati (Respiración de la calavera brillante): esta técnica de respiración vigorosa implica exhalaciones rápidas y enérgicas seguidas de inhalaciones pasivas.
El pranayama es una poderosa herramienta de autotransformación. Al regular nuestra respiración, podemos aquietar la mente, aumentar nuestros niveles de energía y mejorar nuestro bienestar general.
🪷 Pratyahara – Retirada de los sentidos
Pratyahara , la quinta rama, implica retirar nuestros sentidos de los estímulos externos y dirigir nuestra atención hacia el interior. Se trata de desconectarnos de las distracciones y centrarnos en nuestro mundo interior.
Existen varias técnicas para practicar Pratyahara, entre ellas:
- Mirar fijamente un único punto (Trataka). Esto implica concentrarse intensamente en un objeto, como la llama de una vela o un mandala, para calmar la mente y reducir las distracciones.
- Cerrar los ojos y concentrarse en la respiración. Esta sencilla práctica ayuda a anclar nuestra atención en el interior y a cultivar la conciencia interior.
- Desconectarse de los sonidos externos. Esto implica practicar en un entorno tranquilo o usar tapones para los oídos para minimizar las distracciones auditivas externas.
Pratyahara es un paso esencial en el camino yóguico, ya que nos prepara para estados más profundos de meditación y autodescubrimiento.
🪷 Dharana – Concentración
Dharana , la sexta rama, es la práctica de la concentración focalizada. Implica dirigir y mantener nuestra atención en un único punto, como la respiración, un mantra o un objeto.
Dharana entrena la mente para que permanezca concentrada y resista las distracciones. Esta capacidad de concentración es crucial para una meditación más profunda y la autorrealización.
Existen varias técnicas para practicar Dharana, entre ellas:
- Repetir un mantra. Esto implica repetir en silencio o en voz alta una palabra o frase, como "Om" o una afirmación personal.
- Concentrarse en la respiración. Esto implica observar el flujo natural de la respiración sin intentar controlarla.
- Visualizar un objeto. Esto implica centrarse en una imagen mental, como una flor, un símbolo o una forma divina.
🪷 Dhyana – Meditación
Dhyana , la séptima rama, es el estado de profunda absorción meditativa. En este estado, la mente se concentra sin esfuerzo y trasciende los pensamientos y las preocupaciones.
En Occidente, a menudo se hace referencia a la dhyana como "meditación", pero es más que simplemente sentarse en silencio. Es un estado de conciencia pura, donde la mente está en calma y el yo se disuelve.
Existen diversas técnicas para lograr la meditación, pero todas ellas comparten el objetivo común de aquietar la mente. Algunas prácticas comunes incluyen:
- Meditación Trascendental (MT). Esta técnica consiste en repetir en silencio un mantra para trascender los pensamientos y alcanzar un estado de conciencia pura.
- Meditación Vipassana (meditación de introspección). Esta técnica implica observar el surgimiento y el paso de pensamientos, sensaciones y emociones sin juzgar.
- Meditación Zazen (meditación zen). Esta técnica consiste en sentarse en silencio, concentrándose en la respiración o simplemente observando el momento presente.
🪷 Samadhi – Unión
Samadhi , la octava y última rama del yoga, es el estado de unión o unidad completa con lo divino. En este estado, la separación entre uno mismo y los demás se disuelve y el individuo experimenta una sensación de conciencia ilimitada.
El samadhi no es un estado que se pueda alcanzar mediante el esfuerzo o la fuerza de voluntad. Es un estado de gracia que surge tras años de práctica yóguica dedicada y de autorrealización.
El propósito de las 8 ramas del yoga
El objetivo último de las 8 ramas es alcanzar el Samadhi , un estado de completa unión o unidad con lo divino. Sin embargo, el viaje en sí es transformador. Al cultivar los principios éticos de Yama y Niyama, establecemos una base de conducta correcta y autodisciplina. Asana (posturas) y Pranayama (control de la respiración) preparan el cuerpo y la mente para la meditación. Pratyahara (retirada de los sentidos), Dharana (concentración) y Dhyana (meditación) refinan nuestro enfoque y nos llevan a un estado de quietud interior.
Prácticas de Ashtanga Yoga
El Ashtanga Yoga , una forma de yoga vigorosa y estructurada, se basa en las enseñanzas de Sri K. Pattabhi Jois. Sigue una secuencia fija de posturas (asanas) practicadas en un orden específico con respiración sincronizada (vinyasa). Hay seis series en Ashtanga Yoga, que aumentan progresivamente en dificultad. Las tres primeras series son las más practicadas:
- Serie primaria (Yoga Chikitsa). Esta serie fundamental se centra en la desintoxicación y purificación del cuerpo y la mente. Se considera terapéutica y adecuada para principiantes.
- Serie intermedia (Nadi Shodhana). Esta serie se basa en la Serie primaria e incorpora posturas más desafiantes y giros más profundos para purificar los canales de energía (nadis).
- Serie avanzada (Sthira Bhaga y Sthira Bhaga III). Estas series avanzadas requieren un cuerpo fuerte y flexible y solo pueden ser realizadas por practicantes experimentados bajo la guía de un maestro calificado.
El ashtanga yoga se basa en una práctica disciplinada y constante. Los estudiantes suelen practicar la misma serie durante un período prolongado antes de avanzar al siguiente nivel. Esta práctica repetitiva permite que el cuerpo desarrolle fuerza y flexibilidad, al mismo tiempo que cultiva la concentración mental y la disciplina.
¿Por qué practicar las 8 ramas del yoga?
Las 8 ramas del yoga ofrecen un camino transformador hacia una vida de paz, claridad y autodescubrimiento. Pero ¿por qué deberíamos emprender este viaje? La respuesta está en los profundos beneficios que aporta a todos los aspectos de nuestro ser.
Desvelando nuestro verdadero yo
El propio sabio Patanjali, en el Sutra 2.29, nos dice:
Yoga anga anushtanat ashuddhi kshaye jnanadi Apthiraviveka khyatehe (2. 28) Mediante la práctica sostenida de las ocho ramas del yoga, las impurezas se destruyen y la luz de la sabiduría, la discriminación, brilla.
A medida que integramos las ocho ramas en nuestra vida, actúan como una poderosa herramienta de autoexploración. Desmontan las "impurezas" (pensamientos, hábitos y patrones negativos) que obstaculizan nuestro verdadero potencial. Este proceso permite que la "luz de la sabiduría" brille y revele nuestro yo auténtico.
Un enfoque holístico
A diferencia de los enfoques que se centran únicamente en los aspectos físicos o mentales del ser, las 8 ramas abarcan todas las dimensiones de nuestro ser. No son pasos separados, sino prácticas interconectadas que funcionan juntas:
- Los principios éticos (Yama y Niyama) forman una base sólida para la conducta correcta y la autodisciplina.
- Las posturas físicas (Asana) y el control de la respiración (Pranayama) preparan el cuerpo y la mente para la meditación.
- El retiro de los sentidos (Pratyahara), la concentración (Dharana) y la meditación (Dhyana) refinan nuestro enfoque y nos conducen a la quietud interior.
Un camino de transformación
Las 8 ramas no son una solución rápida, sino una práctica constante que se desarrolla con el tiempo. Si perseveramos, experimentaremos una multitud de beneficios:
- Físicamente: mayor fuerza, flexibilidad y bienestar general.
- Mentalmente. Mayor concentración, menor estrés y mejor regulación emocional.
- Espiritualmente. Cultivar la autoconciencia, una conexión más profunda con el momento presente y un sentido de propósito ampliado.
Descubriendo el don interior
Los 8 miembros son como las ocho patas de una silla: cada una de ellas sostiene toda la estructura. Cuando se practican juntos, crean una sinergia poderosa que conduce a una transformación profunda. Como explica maravillosamente Gurudev Sri Sri Ravi Shankar:
El yoga tiene ocho miembros, como una silla que tiene cuatro patas. Si tiras de uno, todo lo demás vendrá. [...] Cuando el cuerpo se está desarrollando, todo el cuerpo se desarrolla en conjunto. Por eso Patanjali dice que estos son todos los miembros del yoga (no los pasos del yoga).
Conclusión 🪷
El yoga ofrece un camino mucho más profundo que las posturas físicas. Las ocho ramas del yoga, descritas por Patanjali, proporcionan un marco integral para el crecimiento personal y el autodescubrimiento. Al integrar principios éticos, disciplina física, control de la respiración y meditación en nuestras vidas, cultivamos una sensación de paz, claridad y conexión con nuestro yo más auténtico.
El yoga es el viaje del yo, hacia el yo, a través del yo.
Que tu práctica de yoga sea un viaje de aprendizaje continuo, crecimiento y autodescubrimiento.